Siempre se ha dicho que si se ve una película de miedo sin sonido hasta la persona menos fan de los sustos puede verla. Y es que el sonido, aunque no lo parezca, forma parte intrínseca de la percepción de nuestro alrededor. Los creadores audiovisuales lo saber bien y por eso recurren a todo tipo de efectos de sonido para enfatizar su mensaje o una parte del contenido.
No solamente pueden ayudar al espectador a ‘sentir más’, sino que pueden guiarle por todo el recorrido emocional de la pieza audiovisual e indicarle en qué momentos estar relajado o tenso, por ejemplo. Invertir en sonido significa añadir realismo y emoción en todos y cada uno de tus proyectos. ¿Quieres saberlo todo? ¡Sigue leyendo!
¿En qué consisten?
Los efectos de sonido en una creación audiovisual son aquellos sonidos, como su propio nombre indica, añadidos a la banda sonora de una película, serie, videojuego, anuncio o cualquier otro medio audiovisual para mejorar la experiencia auditiva y complementar la narrativa visual. Pueden ser de todo tipo, tanto naturales como artificiales, y sirven para añadir credibilidad y ‘textura’ a lo que estamos viendo.
No es lo mismo ver a un jinete galopar con su caballo mientras se escucha el trote de las patas del animal que si no lo hace. Los efectos de sonidos son los que nos sumergen en la historia una capa más, de ahí su importancia para:
- La inmersión. Los efectos de sonido ayudan a sumergir al espectador en el mundo de la historia. Al añadir sonidos realistas o adecuados al contexto, el espectador se siente más conectado con lo que está viendo, lo que aumenta su inmersión y participación emocional.
- La claridad narrativa. Los sonidos ayudan a clarificar acciones, transiciones y eventos dentro de una escena. Por ejemplo, el sonido de un coche arrancando puede indicar que un personaje está a punto de partir, o un timbre sonando puede señalar la llegada de alguien. Sin estos efectos, ciertas acciones o detalles podrían pasar desapercibidos.
- El ambiente y la atmósfera.también ayudan a establecer el tono y la atmósfera de una escena. Un ambiente sonoro perfectamente seleccionado hará que una parte sea aterradora, alegre, triste o tensa. El simple sonido del viento y las ramas crujiendo, bien acompañado de unos planos aberrantes, puede aumentar la sensación de inquietud en una escena de suspense.
- El énfasis y la dramaticidad. Los efectos de sonido enfatizan momentos clave en una narrativa, aumentando el impacto emocional de ciertos eventos. Un fuerte sonido de un golpe en la cara de otro personaje, por ejemplo, puede hacer que la violencia parezca más intensa y real.
- La credibilidad y el realismo. Aunque una producción puede tener imágenes impresionantes, sin los efectos de sonido adecuados parecerá artificial o incompleta. Los sonidos cotidianos, como el crujido de una puerta o el murmullo de una multitud, aportan realismo y autenticidad a la escena y no podemos restarles importancia. Son esos pequeños detalles los que completan una piezas audiovisual.
- La identidad de marca. En publicidad o videojuegos los efectos de sonido también ayudan a construir una identidad de marca o un estilo distintivo. Un sonido específico puede asociarse con un producto, personaje o franquicia, haciendo que sea más memorable para la audiencia.
- La comunicación no verbal. Los efectos de sonido pueden transmitir información que no se muestra visualmente, como el estado de ánimo de un personaje o la proximidad de un peligro. Esto permite una comunicación más rica y multidimensional en la narrativa audiovisual.
Los efectos de sonido, al final, enriquecen la experiencia audiovisual, haciendo que las historias sean más vivas, claras y emocionalmente resonantes para el espectador. Sin ellos, la narrativa perdería gran parte de su poder y efectividad.
Tipos
Existen varios tipos de efectos de sonido en la creación audiovisual, cada uno con un propósito específico para mejorar la narrativa y la atmósfera de una producción. Veamos los más populares:
Efectos Foley: Estos son los sonidos recreados en un estudio para imitar sonidos que se escuchan en la vida real. Su nombre se dede a Jack Foley, pionero en esta técnica. Esta es la técnica que se utilizaría para el sonido de pasos sobre una superficie de madera, que se recrearía en un estudio al grabando a una persona caminar sobre tablas de madera.
Efectos de ambiente (Ambiance): Recrean el entorno o la atmósfera de una escena. Ayudan a situar al espectador en un lugar específico y a establecer el tono de la escena. El sonido del viento soplando y el crujir de las hojas en un bosque serían sonido de ambiente.
Efectos de transición (Stingers): Son sonidos utilizados para marcar cambios de escena, indicar un cambio de ritmo o enfatizar un momento dramático. Pueden ser cortos y llamativos, como un golpe rápido de percusión o un sonido ascendente cuando una escena cambia repentinamente a otra.
Diseño de Sonido (Sound Design): Son un poco más abstractos y a menudo se crean digitalmente o mediante la manipulación de sonidos ya grabados. Se utilizan para crear ambientes únicos o sonidos que no existen en el mundo real, como el sonido de un láser en una película de ciencia ficción o el rugido de un dragón.
Drones y tonos: Son sonidos largos y sostenidos que ayudan a crear tensión o a mantener una atmósfera durante una escena, como ese zumbido grave y constante que se escucha durante una escena de suspense.
Efectos de impacto: Acompañan acciones físicas fuertes o dramáticas en una escena, como golpes, explosiones o colisiones.
Reverberación y eco: Estos efectos modifican un sonido para dar la sensación de espacio o para enfatizar su impacto en una escena, como el sonido de una voz que reverbera en una cueva.
Efectos diegéticos y extra-diegéticos: Los primeros son los sonidos que tienen una fuente visible en la escena y que los personajes pueden oír (el sonido de un teléfono que suena en una mesa, que un personaje escucha), mientras que los segundos son aquellos que no tienen una fuente visible en la escena y que solo los espectadores pueden oír, como la música de fondo o una voz en off.
Modulación y alteración: Estos efectos implican alterar un sonido original para cambiar su tono, velocidad, o características, creando algo nuevo, como cuando se acelera o distorsiona la voz de un actor para crear el sonido de un personaje robótico o extraterrestre.
Efectos de respuesta (Call and Response): Hace referencia a sonidos que interactúan con las acciones o diálogos en una escena, como una llamada y su respuesta.
Todos los efectos de sonido que acabamos de comentar no son excluyentes, sino que se combinan y utilizan de muchísimas maneras para crear una experiencia auditiva rica y envolvente en cualquier producción audiovisual.
Recuerda planificar
En MadMedia lo que más nos gusta recordar es que cualquier proyecto audiovisual consta fundamentalmente y su resultado depende de una buena planificación previa. Sin ella no llegaremos muy lejos en la producción (y de eso algo sabemos). Por ello la integración de los efectos de sonido de manera efectiva en tus proyectos audiovisuales es indispensable, tanto que puede marcar una gran diferencia en la calidad y el impacto final. Para que te queden unos resultados de película, hemos preparado una serie de consejos base para que puedas empezar a aplicarlos y ver el cambio:
Planifica el diseño sonoro desde el inicio. El primer consejos estaba muy claro, y es no dejar el sonido para el último momento. Muchas veces se cae en el error de que, como los efectos se añaden en una parte más avanzada de la producción, se pueden dejar. Piensa en el diseño sonoro desde las primeras etapas del proyecto e identifica qué momentos clave necesitarán efectos de sonido específicos para reforzar la narrativa o la emoción.
Lo mejor es hacer una lista de los que necesitarás antes de comenzar la producción para grabar o buscar los efectos adecuados con tiempo.
Usa efectos de sonido con un propósito. No utilices efectos de sonido solo por rellenar. Cada efecto debe tener un propósito claro, ya sea para enfatizar una acción, establecer una atmósfera, o guiar la atención del espectador. Por eso, antes de añadir un efecto de sonido, pregúntate cómo contribuye a la historia o a la sensación que quieres transmitir.
Juega con la dinámica y el volumen. La forma en que ajustas el volumen de los efectos de sonido en relación con otros elementos del audio (como la música o el diálogo) puede cambiar por completo su impacto. Por eso siempre recomendamos usar la automatización de volumen para hacer que ciertos efectos de sonido se destaquen o se mezclen suavemente en el fondo dependiendo de la escena.
Asegúrate de que los efectos son coherentes con el entorno. Los efectos de sonido deben coincidir con el entorno visual y la acción para no romper la inmersión del espectador. Presta atención a los detalles del espacio en el que se desarrolla la escena (por ejemplo, la reverberación en una iglesia frente a un espacio abierto) y ajusta los efectos en consecuencia.
Usa capas de sonido para añadir complejidad. Combina múltiples efectos de sonido para crear una experiencia auditiva más rica y realista. Para un disparo puedes mezclar el sonido del arma, el eco, el impacto de la bala y el sonido de casquillos cayendo al suelo para obtener un efecto completo. Y muy realista.
Sincronización. La sincronización de los efectos de sonido con la acción en pantalla es crucial. Un ligero desfase puede hacer que el efecto pierda impacto. Usa la línea de tiempo del software de edición para ajustar los efectos de sonido al fotograma exacto donde ocurre la acción.
Experimenta con la espacialización del sonido. Esta es la encargada de crear la ilusión de que el sonido proviene de una ubicación específica, lo que aumenta la inmersión y la experiencia del espectador. Nuestro consejos es que uses técnicas de paneo (izquierda/derecha) y reverberación para simular la distancia y el movimiento del sonido en relación con la cámara.
Evita la saturación. Si usas pocos efectos de sonidos el resultado final quedará pobre y poco inmersivo, pero si usas demasiados acabarás abrumando al espectador y les restarás impacto. Por eso es tan importante seleccionar cuidadosamente los que realmente aportan algo a la escena y minimiza el uso de otros que podrían distraer.
Presta atención al flujo del proyecto. El flujo sonoro debe ser siempre coherente y natural (a menos que estemos creando una piezas más abstracta). Las transiciones abruptas o efectos de sonido mal colocados romperán la sensación de que lo que estamos viendo es la realidad. Antes de dar la edición de sonido por finalizada, escucha el proyecto de principio a fin y ajusta los efectos de sonido para asegurar una experiencia auditiva fluida.
Prueba con diferentes dispositivos. No te olvides de que actualmente vivimos en la era de las múltiples plataformas, así que habrá que comprobar cómo suenan los efectos en diferentes sistemas de audio, como auriculares, altavoces de ordenador y sistemas de cine en casa. Independientemente del dispositivo utilizado para la reproducción los efectos de sonido se deberán escuchar claramente y mantener su impacto.
Ya tienes las bases para introducir efectos de sonido de forma pero, ¿sigues teniendo dudas o no sabes cómo empezar a aplicarlas? En MadMedia nos tienes para eso y mucho más, ya que nuestro equipo está formado por profesionales altamente cualificados en videografía y fotografía listos para proporcionar soluciones visuales únicas. ¿Nos llamamos?